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La bursitis se puede producir por varias razones.
En algunas profesiones y deportes, ciertas formas de bursitis son más comunes: en corredores: bursitis del tendón de Aquiles. Esto suele ir acompañado de tendinitis. La bursitis de cadera también es una lesión común al correr. Entre los pavimentadores de carreteras y los colocadores de alfombras se puede ver la llamada 'Patersknie'. Se trata de una inflamación de la bursa situada en la parte delantera de la rodilla. Los carpinteros y albañiles tienen más probabilidades de desarrollar bursitis de codo.
La bursitis de cadera generalmente es causada por actividades repetitivas o prolongadas que ejercen presión sobre la bursa trocantérea. Este dolor generalmente se siente al estar acostado durante períodos prolongados (de lado, principalmente sobre una superficie dura, como un colchón delgado en una caravana o tienda de campaña en forma de remolque), al caminar (principalmente cuesta arriba o sobre una superficie irregular), al saltar, al ponerse en cuclillas y al hacer estocadas. Estas actividades afectan la bursitis trocantérea a través de los músculos de los glúteos o mediante presión/impacto directo sobre la bursa. En algunos casos, esta lesión puede ocurrir de forma aguda, por ejemplo después de una patada o una caída sobre la cadera.
¿Qué factores pueden contribuir al desarrollo de esta lesión?
Existen varios factores que predisponen a las personas a desarrollar esta condición. Estos factores son determinados y corregidos por el fisioterapeuta. Algunos de estos factores incluyen:
¿Cuales son los síntomas?
Las personas con bursitis trocantérea experimentan dolor en la parte exterior de la cadera. Este dolor también puede irradiarse hacia la parte exterior del muslo hasta la rodilla. En casos menos graves, las personas solo experimentan rigidez y dolor leve en la cadera que aumenta durante el descanso después de la actividad. Las actividades que causan dolor incluyen: permanecer acostado excesivamente (de lado), correr, saltar, caminar excesivamente, sentarse con las piernas cruzadas y entrar y salir de un automóvil. El dolor asociado con la bursitis se intensifica con la actividad en las primeras etapas de la lesión.
Si la lesión ha estado presente durante un período de tiempo prolongado, el patrón de quejas puede cambiar. El dolor se vuelve más severo o aparecen molestias adicionales durante la práctica deportiva o actividades. El dolor también aumenta cuando se aplica presión sobre la bursa de la cadera. En algunos casos se experimenta debilidad en la pierna. Esta debilidad se produce principalmente al subir escaleras, realizar una sentadilla o al intentar acelerar mientras corres.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
Generalmente la anamnesis (historia previa) en combinación con un examen clínico por parte del fisioterapeuta, complementado con diagnóstico ecográfico, es suficiente para llegar al diagnóstico de 'bursitis'. A veces son necesarias otras investigaciones, como una resonancia magnética, una tomografía computarizada o una radiografía, para confirmar el diagnóstico.
Ondas de choque para la bursitis de cadera
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